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Cuencas alimentarias de base agroecológica: Un enfoque geográfico para la articulación de sistemas alimentarios territorializados

En estos últimos años se está poniendo de manifiesto la urgente necesidad de avanzar en la transición hacia un sistema alimentario agroecológico. En este sentido, compañeros como Manuel González de Molina y Daniel López García ya nos han encaminado hacia una conceptualización de los sistemas territorializados de base agroecológica, cuyas lecturas recomiendo altamente.

Sin embargo, desde un punto de vista práctico ¿cómo se articularía un sistema agroecológico geográficamente? Aquí es donde me gustaría introducir el concepto de cuenca alimentaria (foodshed en inglés), aunque otros conceptos como el de biorregión también se utilizan. Muy someramente, la cuenca alimentaria representaría la región geográfica que sirve para alimentar a la población que allí reside. Alimentar significa no solo la producción y el consumo, sino todos los procesos anteriores y posteriores, tales como la producción de insumos o la gestión de los residuos. Es cierto que hay ya iniciativas como los biodistretti en Italia, o los ecoterritorios que son conocidos aquí en la SEAE. Sin embargo, en muchos casos la crítica que se les puede hacer, incluso cuando se ha incluido el factor agroecoló- gico, es el excesivo foco en las prácticas de cultivo, dejando de lado lo que ocurre una vez el alimento es producido. Sin embargo, la agroecología aplicada sistémicamente en su carácter transformador requiere de un restablecimiento de la relación productor- consumidor y, en última instancia, cambiar el statu quo. Como ejemplo, ¿puede ser agroecológico un alimento producido en Málaga pero consumido en Madrid? Lo que nos devuelve al punto de partida, cuál es la escala geográfica de los sistemas alimentarios territorializados de base agroecológica.

En muchos casos las cuencas alimentarias están definidas por factores geomorfológicos (ej. cuenca hidrográfica) que, a su vez, han interaccionado con factores sociales, conectando históricamente las distintas áreas. Sin embargo, es importante puntualizar que los límites de éstas pueden corresponder a los límites administrativos, como los provinciales o regionales, pero en muchos otros casos esto no ocurrirá, y los límites serán de carácter geomorfológico (ej. cadena montañosa). Es éste, por tanto, un proceso complejo donde una multitud de variables dependientes del contexto entran en interacción.

Proponer una cuenca alimentaria para una determinada zona es, por tanto, el primer paso. Una vez definidos los límites, el análisis biofísico y socio-cultural entra en juego. ¿Qué, cómo, cuánto y dónde se produce? ¿Qué se consume y por cuánta población? Este análisis nos permite responder a la pregunta de si se podría alimentar a la población de la zona teniendo en cuenta las condiciones biofísicas y qué cambios en la producción y en los comportamientos alimentarios serían necesarios para incrementar la autosuficiencia alimentaria.

Sin embargo, surgen nuevas preguntas: ¿cómo articular este sistema?, ¿qué cambios son necesarios para transformar agroecológicamente la producción y cómo conectarla al consumo de la cuenca alimentaria? Esto último incluye (re)construir los procesos intermedios como las instalaciones de procesamiento, el transporte, o el almacenamiento y refrigeración, todo dentro de la cuenca alimentaria. No obstante, las cuencas alimentarias no deberían ser compartimentos cerrados, sino que tendrían permeabilidad y diferentes límites dependiendo del tipo de producto y la zona. Por lo tanto, un modelo para todo el país presentaría superposiciones geográficas con el fin de compensar desequilibrios específicos en el balance producción/consumo. Por otra parte, mientras que el sistema convencional es intensivo en el uso de combustibles fósiles, el agroecológico lo es en conocimiento y mano humana. Es claro, por tanto, el cambio necesario en la distribución de la población que conlleve el retorno al espacio rural de los que así lo deseen.

Dejo en el aire otras cuestiones necesarias para articular un sistema alternativo basado en cuencas agroecológicas, como el acceso a la tierra, otros recursos y al conocimiento agrícola tradicional, así como la necesaria creación de redes y el papel de los modelos autogestionados basados en la solidaridad.

Referencias:

• Vicente-Vicente et al. (2021a) https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/ S1462901121001982?via%3Dihub
• Vicente-Vicente et al. (2021b) https://www.mdpi.com/2077-0472/11/2/143

• González de Molina y López García (2021) https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/21683565.2021.1913690

• López-García y González de Molina (2021) https://www.mdpi.com/2071-1050/13/15/8443

Foto portada: Annie Spratt en Unsplash

Foto 2: Markus Spiske

REVISTA Ae 49. “Incidencia climática en los sistemas agroalimentarios”

OTOÑO 2022.

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