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La lana: de ser un residuo a una solución contra la sequía

El artículo describe la experiencia propia del autor con el uso de la lana como acolchado agrícola en el huerto. Se trata de un primer proceso de observación y experimentación que, en poco más de un año, ofrece resultados interesantes sobre los beneficios de la incorporación de este material en el uso agrícola.

La lana es un material fibroso natural de origen animal, proveniente de la oveja. Se obtiene a través del esquilado de las ovejas antes de iniciar la época de verano. Siempre ha sido un material de gran valor e importancia para el ser humano, pero esto ha cambiado con la llegada de las fibras sintéticas y las obtenidas a través del petróleo. Afortunadamente, aún hay gente que está trabajando con este material y esforzándose para darle el valor que se merece. Se está intentando recuperar para su uso textil, pero incluso, debido a las problemáticas de sequías actuales -y que vendrán-, y sumado a que la lana es considerada un residuo para el ganadero, hay personas que están investigando y experimentando con la lana para su uso en la agricultura, como es por ejemplo mi caso.

Pero antes de centrarme en ello, es necesario conocer las propiedades de la lana para poder entender por qué puede tener un gran valor para un uso agrícola.

Bancal de lechugas con cubierta de lana

Propiedades de la lana

Este material fibroso es biodegradable, no presenta ninguna partícula contaminante y al descomponerse genera materia orgánica. También es aislante eléctrico, es resistente a hongos y bacterias, tiene la capacidad de absorber la humedad del aire del ambiente, es ignífuga (complicación en su quema y dificulta la propagación del fuego → podría usarse como corta fuegos en los incendios) y es una proteína (buen alimento para insectos) que presenta dos componentes que son la queratina y la lanolina.

Pero, las dos propiedades más importantes y destacables que pueden ser interesantes para su uso agrícola, son:

  • la regulación térmica que permite el calentamiento en invierno y la transpiración en verano,
  • y la impermeabilidad, siendo capaz la lana de absorber hasta un 30% de su peso en agua. Estas dos propiedades son muy importantes y para los suelos agrícolas pueden aportar grandes resultados.

A parte del posible uso de la lana en agricultura, también puede utilizarse en otros ámbitos y tener otras funciones, abriendo así un gran abanico de posibilidades para ser utilizada:

  • Construcción: → permite el control de la temperatura ambiente y es un gran aislante debido al gran volumen de aire que retiene en su estructura. También, es interesante por ser ignífuga.
  • Otros usos: → para hacer cosméticos para nuestra piel (gracias a la grasa que es lanolina), para la fabricación de bioplásticos blandos degradables (gracias a la queratina), obtención de un buen lubricante similar a la cera de abeja y que es soluble en el agua y, por último, presenta un pigmento que es la eumelanina que puede ayudar en la protección de los rayos UVA y que favorece en el bronceado y brillo de la piel.

Por tanto, la lana presenta un gran abanico de posibilidades en su uso en diferentes ámbitos. A continuación, trataré de forma más específica el uso de la lana en agricultura, donde también explicaré un poco mi experiencia.

La lana en agricultura

En mi caso, uso la lana en agricultura desde hace más de un año como acolchado o cobertura en el suelo, y estoy encantado con todo lo que he ido observando durante este tiempo. ¿Qué fue lo que me hizo querer usar la lana para la agricultura? Siempre que hablo de agricultura insisto en que es muy importante que cubramos nuestros suelos para protegerlos y cuidarlos, tanto al propio suelo como a la vida que habita en él, porque son nuestra base de recursos para nuestra alimentación en el presente y futuro. A su misma vez, sabía que la lana era un gran problema para los ganaderos ya que nadie la quería, ni tan solo regalada, siendo para ellos un residuo y un problema económico. Entonces, a partir de estas situaciones, tomé la decisión de usar la lana como acolchado para el huerto y, a la vez, investigar para encontrarle una solución y una salida evitando que siga siendo un residuo.

A partir de las propiedades de la lana, estuve mirando qué beneficios le podía aportar al suelo y como podía ayudar en la regeneración, y las que me parecieron más interesantes fueron la regulación térmica y la impermeabilidad, entre otras. Me hicieron pensar que la lana tendría la capacidad de retener la mayor parte la humedad del suelo y de evitar la evaporación de esta, por lo tanto, ahorrar en el riego de los bancales, muy importante para los tiempos de sequía que nos deparan. Para que las pruebas tuvieran más fuerza y fueran demostrables, los bancales preparados han sido uno con paja y los demás con lana.

¿Qué beneficios aporta la lana como acolchado en el suelo?

 

A partir de las propiedades iniciales de la lana y de mi observación, acolchar con este material presenta los siguientes beneficios:

  • Retiene muy bien la humedad en el suelo → permite una mayor eficiencia en el uso del agua y en la prevención de las sequías.
  • Tiene la capacidad de retener en ella la humedad del aire del ambiente y retener una parte en el suelo.
  • Esta humedad retenida permite reactivar la vida del suelo y todos sus beneficios.
  • Al ser una buena retenedora de humedad, también puede usarse como sustrato a la hora de realizar los planteles de los cultivos → ahorro en el riego del plantel y, cuando se realiza el trasplante al suelo, la planta joven tiene un sustrato que le retiene la humedad y le evita sufrir estrés.
  • Aporta resistencia a hongos y bacterias, debido a que la lana es antibacteriana y antifúngica.
  • Es un gran aislante, permitiendo así que los rayos del sol no la traspasen y no penetren en el suelo → permite que la temperatura del suelo se mantenga estable y dentro de un umbral correcto, siendo importante en primavera y verano donde las temperaturas son elevadas y que cada año van en aumento.
  • La lana es una proteína de difícil descomposición → dependiendo del manejo que queramos hacer puede ser positivo o negativo. En mi caso, mis bancales son permanentes y no me importa el tiempo que tarde en descomponerse la lana. Incluso, puede ser positivo económicamente por qué no será necesario reponer la lana en su totalidad en el bancal. Al irse descomponiendo se irá incorporando poco a poco al suelo y podrá ser usada por la microbiología, y después por las plantas.
  • Ralentiza y complica la salida de las plantas adventicias debido a su grosor y textura, y al no dejar traspasar los rayos del sol y que la planta haga la fotosíntesis.
  • Tiene una gran capacidad en la absorción de líquidos → podría ser interesante para absorber los lixiviados en una pila de excrementos, usar como barrera para detener la erosión hídrica etc.
  • Posible inhibidor a la presencia de caracoles → todavía es una teoría, es necesario realizar más pruebas.
Cultivo de puerros con cubierta de lana

Los datos obtenidos sobre el uso de la lana como acolchado, en este caso a través de pruebas en mi huerto, son a través de la observación, pero en el caso de la temperatura del suelo mido los datos, y los apunto y registro fotográficamente. Hay dos datos que considero que demuestran que la lana puede ser una opción como acolchado, y aún más importantes si tenemos en cuenta las variaciones en el clima. Estos son:

  • Ahorro en el uso del agua: → realizo registros cada vez que riego y cuando caen las lluvias. En la estación de invierno he llegado a estar entre dos y tres meses sin regar, pero lo sensacional está en los datos de primavera-verano. En primavera he realizado riegos de una vez al mes y, en verano, he estado realizando riegos de una vez por semana teniendo temperaturas entre 35 ⁰C – 40 ⁰C. Incluso, observando el suelo, me he dado cuenta de que podría alargar más el tiempo de riego, ya que después de una semana el suelo donde está la lana sigue húmedo. Es importante tener en cuenta el estado del cultivo con estas temperaturas tan elevadas y el estado del suelo. Por tanto, se trata de observar e ir gestionando según las condiciones, pero está claro que la lana permite ser más eficiente en el uso del agua.
Temperatura del suelo sin cubierta
Temperatura del suelo con cubierta de paja
Temperatura del suelo bajo cubierta de lana

Temperatura del suelo: → en este caso, estoy registrando temperaturas comparando entre la temperatura ambiente, en suelo desnudo, en suelo cubierto por paja y en suelo cubierto por lana. La diferencia es muy interesante: en verano y con las temperaturas elevadas, la lana y la paja consiguen disminuir la temperatura del suelo; pero, el suelo cubierto por lana llega a registrar entre 7-10 ⁰C menos que la temperatura ambiente. Esto se consigue gracias a que la lana está aislando y protegiendo al suelo de la radiación solar y, por otro lado, gracias a la humedad que retiene en el suelo. En cambio, las mediciones tomadas en suelo desnudo son de temperaturas de igual valor o mayor que la temperatura ambiente (a veces son menores, pero solo 1⁰C de diferencia).

Un aspecto negativo que he observado durante este primer año con la lana como acolchado en el suelo, ha sido en invierno con el cultivo del haba. La lana retiene tan bien la humedad que para el haba es demasiado y se pudrían las plantas. En cambio, en el bancal de paja que también tenía este cultivo se dio bien y sin problemas. En definitiva, es muy importante la observación de cómo está funcionando y a partir de ello gestionar y actuar.

Cultivo de haba bajo cubierta de lana

A modo de conclusión

El uso de la lana como acolchado en agricultura puede ayudar en la regeneración y permite restablecer los 4 procesos fundamentales de un ecosistema: el ciclo del agua, el ciclo de nutrientes, la dinámica de comunidades y el flujo de energía. A parte de esto, puede ayudar en los próximos escenarios de sequía para ahorrar y ser eficientes en el uso del agua. Además, retomando su uso estamos dándole salida a un material que en la actualidad es un residuo que da problemas al sector ovino. A mi me gusta decir, que recuperar el uso de la lana, incluso para nuevos escenarios, puede ayudar a evitar incendios. Ya que, al necesitar más lana necesitaremos más ovejas, y esto implica más pastores y mayor limpieza de bosques. Por lo tanto, reducimos la posibilidad de sufrir incendios.

MÁS INFORMACIÓN

Referencia bibliográfica
“Tornar a la llana: Manual per aprende a tractar-la, a tintar-la i a teixir-la”, Laia Aguilà. Ediciones SIDILLA, 2023.

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Todas las fotografías son del autor.

Ae, Revista Agroecológica de Divulgación

Desplazando los mitos de la agroindustria. Repoblando con Agroecología

Edición 52.

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