Tenemos que plantarnos y ser fuertes en exigir el 25 % de superficie de agricultura ecológica certificada. Pero no el 25, creo que hay que ser más ambiciosos. España ha sido hasta ahora el país líder en superficie de producción ecológica porque tenemos muy buenas condiciones para hacerlo. El reto europeo es un reto a conseguir entre todos, y por eso creo que España tiene que ir más allá y que nuestro objetivo debería ser, para mi, llegar al 50% y así compensar a otros países que lo tengan más complicado.
Además, repito que es muy importante y hay que esforzarse en comunicar a la ciudadanía qué es realmente la producción ecológica y el esfuerzo que hay detrás de esos productos de alta calidad y máxima salubridad. Debemos evitar el apropiamiento de los conceptos, el greenwhasing y el fraude y aclarar al consumidor qué es lo que está comprando y la garantía de la etiqueta.
Por último, se debe hacer el esfuerzo en el último eslabón de la cadena: el consumo, que es el que realmente puede terminar tirando. Hay que fomentar el consumo, y eso va más allá de las actividades de SEAE. Pero sí podemos informar y exigir a las administraciones que hagan buenas campañas de promoción, que de verdad se decanten por la compra pública ecológica y luchen por aumentar el consumo sobre todo interno. Creo que los operadores/as se sentirían mayor orgullo y dignidad al saber que sus esfuerzos están yendo a la mesa de sus vecinos.