Publicado en la Revista Ae edición nª 43, Ecofeminismos desde la Agroecología, primavera 2021.
El papel de las mujeres frente a los retos agroecológicos y el cambio climático
Existen más de 1.600 millones de mujeres campesinas en el mundo (más de la cuarta parte de la población), sin embargo, sólo el 2% de la tierra es de su propiedad. Además, reciben tan solo el 1% de todo el crédito para la agricultura.
La división sexual del trabajo agrícola y la imposición de roles de género continúa siendo una realidad. Lamentablemente este hecho no es extraño en la agroecología ni en la producción ecológica. El acceso a la tierra, la participación activa en la toma de decisiones o la oportunidad de acceder a un empleo remunerado son, en muchas ocasiones, privilegios para pocas agricultoras.
En el contexto de los desafíos climáticos, las mujeres campesinas multiplican su situación de vulnerabilidad. La brecha salarial, la pobreza energética o la bioacumulación de tóxicos en el organismo son algunos de los muchos aspectos de la crisis ambiental y climática que afectan en mayor medida a mujeres que a hombres. Pese a tener una huella de carbono menor, las mujeres son el 80% de los refugiados climáticos y las más perjudicadas por las temperaturas extremas y los desastres naturales.
Algunos de los retos climáticos a los que la agroecología deberá hacer frente de manera inminente, propiciados por eventos como las lluvias torrenciales y cambios bruscos o inesperados de temperaturas son:
- La pérdida de suelo, asociadas con lluvias torrenciales, diseños de cultivos a favor de la pendiente, ausencia de cubierta vegetal, etc.
- Aumento de plagas y enfermedades de los cultivos y la ganadería.
- La pérdida de biodiversidad, tanto de biodiversidad agrícola como de otras especies presentes en nuestros ecosistemas.
- La incertidumbre en la producción de alimentos, debida a pérdidas de cosechas inesperadas o incluso picos de producción por las alteraciones climáticas.
- Alteración en el calendario de cultivos, como resultado de la alteración de la fenología de las plantas o modificación de las interacciones entre polinizadores y plantas.
- Puesta en riesgo de la seguridad y la soberanía alimentaria, favoreciendo la injusticia social y perjudicando a las poblaciones más desfavorecidas, entre las que destacan mujeres y niñas.
Ante estos desafíos las principales estrategias de adaptación y mitigación climática pasan por el fomento de agroecosistemas diversos y resilientes, la puesta en valor del conocimiento agrícola y campesino de recuperación post-evento y el fomento de redes agroecológicas desde donde generar sinergias.
Oportunidades de la agroecología frente a la emergencia climática y las desigualdades de género

En los últimos años diversas investigadoras y colectivos han llevado su mirada al papel que la mujer ocupa en la agroecología. Emma Siliprandi o Marta Soler son algunas de las referentes en el análisis de dicha realidad, junto con colectivos como el Mecanismo de la Sociedad Civil y de los pueblos indígenas (MSC). En su informe de 2019 el MSC hace mención a algunas de las alianzas que pueden establecerse entre las mujeres y la agroecología. Estas alianzas son estratégicas para sembrar resiliencia de manera simultánea ante la emergencia climática y los desafíos de género, a través de acciones como:
- La diversificación de roles en la economía del hogar, cuestionando las estructuras de roles impuestos y generando oportunidades de emprendimiento y empoderamiento femenino, aumentando así la capacidad de resiliencia del núcleo familiar ante eventos climáticos que pongan en riesgo el acceso a los recursos.
- El fomento de la salud y autosuficiencia en el hogar, sirviendo de freno a la sindemia de obesidad y desnutrición provocada por la falta de acceso a alimentos sanos, resultado de la crisis climática.
- La puesta en valor de los conocimientos tradicionales sobre biodiversidad, hecho que en muchas culturas recae fundamentalmente sobre las mujeres, favoreciendo la creación de ecosistemas diversos y multifuncionales.
- La participación de las mujeres en redes agroecológicas propicia la cohesión social, el acceso de las mujeres a la toma de decisiones, así como creación de espacios para mujeres donde puedan sentirse seguras.
- La creación de una nueva economía solidaria en la que el trabajo productivo y reproductivo sea visible y compartido, propiciando la tan necesaria soberanía alimentaria en un contexto de riesgos climáticos.
Conclusiones
Es un hecho contrastado que las mujeres y niñas son más vulnerables ante la emergencia climática. La agroecología puede servir de estrategia de resiliencia climática poniendo en el centro valores reproductivos (sin valor económico en los mercados), como la conservación de especies, el cuidado y recuperación de la biodiversidad agrícola y el fomento de la soberanía alimentaria.
La participación activa de las mujeres en la transición agroecológica es una oportunidad de favorecer agroecosistemas más diversos e inclusivos desde donde reflexionar y actuar para sembrar resiliencia simultánea ante la emergencia climática y las desigualdades de género.
> Referencias bibliográficas
• Grupo de los Verdes del Parlamento Europeo. Manual comunicativo sobre género y cambio climático. 2018
• Grupo de trabajo del MSC. Sin feminismo no hay agroecología: hacia sistemas alimentarios saludables, sostenibles y justos. 2019.
• Pérez D, Soler M. Agroecología y ecofeminismo para decolonizar y despatriarcalizar la alimentación globalizada. Revista InteRnacional de Pensamiento Político. 2013.
• Siliprandi E. Mujeres y agroecología. Nuevos sujetos políticos en la agricultura familiar. Investigaciones Feministas, vol. 1: 125-137. 2010