“Los bio-distritos están construyendo alternativas a los sistemas alimentarios actuales desde la propia comunidad”

De izquierda a derecha, las personas entrevistadas son:
Giuseppe Orefice, Secretario General de IN.N.E.R.
Amplia experiencia en proyectos de Desarrollo Local, tanto en países europeos como latinoamericanos. Ha trabajado para un programa de las Naciones Unidas que trata con refugiados y desplazados internos a causa de conflictos en países centroamericanos. Es también uno de los partícipes de la organización formal del Bio-Distrito de Cilento y Secretario General de IN.N.E.R. Además, trabaja en una organización de la Región de Campania como Director del Departamento de Desarrollo Territorial.
Kim Assaël, Secretaria Internacional de IN.N.E.R.
Antropóloga social y con una extensa experiencia en proyectos europeos y de Cooperación Internacional enfocados a la participación comunitaria. Se ocupa de los aspectos organizativos para apoyar la estrategia de los bio-distritos. Para promover a nivel internacional las metodologías innovadoras de los bio-distritos, colabora estrechamente con IDEASS , un Programa de cooperación internacional que trabaja para fortalecer los procesos de desarrollo territorial integrado, sostenible y participativo mediante la difusión de innovaciones sociales, tecnológicas y organizativas. A través de esta plataforma se recogen, publican e investigan materias de innovación que se utilizan con éxito en otros lugares y países del mundo y además, se comparten con otros agentes territoriales que apuestan por una transición agroecológica. Realiza un boletín mensual a los socios de IN.N.E.R., seleccionando metodologías y tecnologías innovadoras publicadas por IDEASS y que pueden implementarse para mejorar las actividades en curso en los bio-distritos.
Salvatore Basile, Presidente de IN.N.E.R.
Agrónomo de formación y promotor de la agricultura ecológica (AE) en Italia, trabaja para la AIAB. Hace 15 años fue quien, junto a un grupo de compañeros, inició la creación del primer Bio-Distrito, el de Cilento. Es también uno de los fundadores de la Asociación Italiana de Agroecología (AIDA), que trabaja en programas europeos para la transición agroecológica de los territorios. En estos años, está muy involucrado con las Eco-Regiones como su principal trabajo, de ahí que sea el Presidente de IN.N.E.R.
Para contextualizar el trabajo que estáis haciendo desde vuestra organización: ¿por qué nace IN.N.E.R?
SALVATORE BASILE (SB): Fue en 2014, ante la necesidad de crear una organización que trabajara el tema de bio-distritos (eco-regiones) en el mundo. Hoy en día, es la única red que da apoyo en la creación y gestión de las eco-regiones y sus estrategias de transición hacia modelos alimentarios agroecológicos de los territorios. Todo empezó en Italia, pero prontro comenzaron las colaboraciones con otros países, como Francia con la experiencia Biovallée. Conecta experiencias similares con países como Austria (Mühlviertel), Suiza (Valposchiavo), Portugal (Idanha-a-nova), España (Alicante), Albania, Marruecos, Senegal, Túnez, Croacia, Hungría y Eslovaquia, quienes han empezado un proceso participativo de constitución. Es importante la conexión no solo entre los diferentes actores en un territorio, sino la conexión de todas las comunidades que forman parte de una eco-región para encontrar estrategias comunes y soluciones comunes a los problemas. Por eso nace IN.N.E.R.
¿Entonces IN.N.E.R. actúa como una red de apoyo internacional?
GIUSEPPE OREFICE (GO): La creación de una red internacional es fundamental porque existe un riesgo cada vez mayor de que la experiencia de cada bio-distrito se convierta en una región aislada de las demás. Es decir, se trata de favorecer intercambios de experiencias, conocimientos y tecnologías desde los distintos territorios para generar nuevos conocimientos a partir de los saberes de los agricultores/as y de los otros productores. Hay muchos prejuicios sobre que los agricultores no comprenden el valor de la investigación y la tecnología, sobre todo en la agricultura convencional. Las eco-regiones, en cambio, pretender invertir la tendencia de que la investigación y los conocimientos son solo temas “de laboratorio”.
Otra razón es la oportunidad de crear masa crítica, de impacto, capaz de cambiar normativas y políticas nacionales e internacionales. Desde IN.N.E.R hemos dado un pequeños paso en este sentido, y por eso nos han seleccionado como buena práctica en la FAO para realizar, difundir y acelerar los procesos de transición hacia la agroecologia y la agricultura ecológica (AE).
¿Es ese -“la transición hacia la agroecología y AE”- una de las metas de los bio-distritos?
GO: Los bio-distritos son una respuesta real de las personas en busca de mejores condiciones de vida y mayores ingresos ante la tendencia actual de desarrollo económico que causa un fenómeno masivo de abandono de las áreas rurales y una creciente urbanización. El proceso afecta tanto a los países más industrializados como a los países en desarrollo, causando la degradación y el progresivo empobrecimiento de los recursos del territorio, la pérdida de biodiversidad y de las culturas y conocimientos tradicionales.
Desde IN.N.E.R. intentamos encontrar alternativas al modelo actual de desarrollo. Algo difícil y al mismo tiempo fascinante. A través de la estrategia de coordinación, establecemos una cooperación verdadera con otras regiones de países europeos, latinoamericanos, asiáticos y africanos, lugares donde se están creando y construyendo alternativas a los sistemas alimentarios desde su propia comunidad. Con la celebración del I Congreso Mundial de Bio-Distritos en julio (en Portugal), tenemos la posibilidad de hacer un Manifiesto y presentarlo a la FAO para que esta organización impulse y regenere la agricultura local y apoye la construcción de una alternativa a los sistemas agroalimentarios actuales.
SB: Y para realizar esa transición agroecológica de los bio-distritos siempre deben estar involucrados una serie de agentes y elementos. Se trata de la nueva visión de IFOAM de la AE del futuro, la Organic 3.0. que involucra a consumidores/as, instituciones públicas, operadores turísticos, escuelas, universidades y centros de formación e investigación y a los/as productores, no sólo los certificados. Es muy importante para el objetivo final de las eco-regiones: la creación de sistemas alimentarios locales sostenibles y saludables.

Actualmente, ¿qué respuestas estáis dando desde IN.N.E.R. a las necesidades de los bio-distritos (en creación y desarrollo)?
SB: Por un lado, reforzamos las prácticas de cada eco-región mediante una estrategia de coordinación para su desarrollo y continua innovación, con una línea común de acción y un intercambio de experiencias y de información. Por otro lado, sustentamos las prácticas a través de apoyar la capacidad política (gobernanza) a nivel local, nacional e internacional.
KIM ASSAËL (KA): IN.N.E.R. desarrolla diversas actividades y herramientas, entre las que destacan la promoción y gestión de estrategias de bio-distritos en diversas partes del mundo; el desarrollo de un sistema de formación permanente para las personas (y diversos agentes) involucradas en las distintas eco-regiones; la elaboración de estándares internacionales y la firma de proyectos internacionales y europeos. Por ejemplo, en la actualidad trabajamos en la adaptación del “Toolkit” (Kit de herramientas) sobre cómo implementar eco-regiones en diversas partes del mundo.
GO: Los desafíos para los próximos años para dar respuesta a las necesidades pasan por aumentar la calidad de la producción ecológica mediante mayor uso de la generación de conocimientos a partir de saberes, investigación e innovación; mejorar y fortalecer las políticas de gobernanza multinivel, abiertas y participativas para la ciudadanía; permitir un acceso más fácil a los pequeños productores/as además de trabajar por la continua participación de todos los agentes territoriales.
Para lograr estos objetivos IN.N.E.R. ha desarrollado materiales de formación dirigidos a todos los actores que participan en los bio-distritos y que, además, forman parte de un plan de acción compartido. También participamos en una red internacional de investigación e innovación – OFSP (Organic Food System Programme) vinculada a los programas de UN-10YFP Sustainable Food System Programme (https://sustainabledevelopment.un.org). Esto permite que cada eco-región siga una senda de aprendizaje continuo.
¿De qué modo motiváis a la gente para que participe y también, para que no abandone?
KA: La motivación principal se basa en reconocer “a nosotros/as mismos/as” como compañeros de viaje y no como enemigos. Se trata de una evolución cultural. En la actualidad, estamos empujados a hablar mal de “los otros” y a considerarnos a nosotros/as mismos/as en el centro de la vida. En cambio, en los bio-distritos se conectan nuevas relaciones entre las personas del territorio.
Por ejemplo, a una persona joven de un entorno rural debes hacerle entender que la agricultura no es cuestión de nuevas tecnologías y producciones industriales sino un modo de proteger el medio ambiente y de reconstruir la cultura a través de la biodiversidad, pues la pérdida de biodiversidad significa pérdida de conocimientos. Vemos casos en los bio-distritos en los que los jóvenes están conectados a este estilo de vida pues quiere un ambiente más sano y saludable y se involucran para decidir sobre cómo quieren vivir y sobre lo que quieren comer.
SB: Que quede claro: la construcción de una eco-region no es fácil. Se trata de un proceso bastante complicado pues no es un proceso técnico sino una transición de la comunidad hacia lo ecológico, con diferentes aproximaciones a la gestión de la tierra, sobre las actividades de producción… y otros sectores que están involucrados como el turismo o la restauración.
Dos de los puntos clave para motivar a las personas son: el acceso a la tierra (muy importante) y el Bioreginalismo (la creación de gobiernos locales con multigobernanza de los territorios e involucrando a todos los agentes del ese territorio). La propiedad de la eco-región es de las personas que viven en las eco-regiones, y que por lo tanto, pueden colaborar en su creación. Así pues, la gestión es la gobernanza de todas esas personas (líderes representativos, consumidores/as, escuelas, administraciones públicas…) que se involucran en la creación y la gestión del territorio.
Parece complejo hacer que funcione esa estrategia de organización…
GO: El bio-distrito es una organización que comienza de la manera más simple y que pretende mejorar la calidad de las relaciones sociales del territorio. Los primeros en participar son los/as productores que deciden trabajar en ese lugar. Encuentran dificultades de mercado, necesidades para mejorar producción… y compartir esas experiencias impulsa un núcleo promotor del bio-distrito. Después se integra la relación con la administración pública, necesaria, porque es la que facilita la participación en diversos ámbitos como la creación de nuevas infraestructuras, mercados y al resto de agentes del territorio. Y así es como va llegando a los/as consumidores/as, con un acercamiento a los productos de calidad y saludables. Este proceso permite empezar una relación que se traduce en una mayor confianza en la institución, productores/as, agentes y entre los consumidores/as, sobre todo entre estos.
Es interesante esta estrategia de organización porque es una gobernanza, no un gobierno del territorio. En la red, todos los agentes activos que viven en el territorio tienen que responder a la necesidades de cada uno, intentando encontrar aspectos comunes y construyendo una nueva perspectiva futura.
¿Cuáles son las dificultades principales que habéis encontrado en el desarrollo de los bio-distritos y cómo las abordáis desde IN.N.E.R?
SB: Hemos encontrado un montón de problemas… Hace 15 años este no era un proyecto realista por ello, hemos trabajado, organizado y participado en muchos foros y reuniones con todos los agentes para encontrar las soluciones a la crisis desde la perspectiva local, y en particular, de las áreas rurales. Las dificultades identificadas pasaban por la inexistencia de mercados dedicados la AE, los jóvenes emigrando a la ciudad, la inexistencia de estructuras asociativas activas… Usando un aproximación innovativa al problema, tratamos de crear un equipo de apoyo a las comunidades de los territorios involucrados en este proceso de creación de bio-distritos. Por ello IN.N.E.R fue creado para evitar dificultades organizativas a los nuevos territorios que quieren empezar ya que los mayores problemas que se presentan en la creación de las eco-regiones están relacionados con la de gestión y mantenimiento de este tipo de estructuras.
En este sentido, como ha mencionado Kim, creamos el “Toolkit” junto a la Universidad de Bolonia, como punto de partida para la creación de eco-regiones, que refleja todo este tiempo trabajado en la formación de una red y en las estrategias y experiencias implementadas.
Además, ante la complejidad de los procesos de certificación en ecológico, trabajamos también con los Sistemas de Participación de Garantía (SPG) como alternativas a la certificación oficial. En las eco-regiones son las personas las que ejercen el control real sobre el proceso de producción. No se trata de una visita una vez al año de un inspector para la certificación formal sino lo que interesa es la de todo el proceso. Dentro del eco-distrito tenemos la posiblidad de desarrollar SPG para la certificación de lo Organico 3.0., y en particular, para la valorización de las mejores prácticas agroecológicas.
KA: También detectamos que la comunicación, interna y externa, es de vital importancia para activar los procesos que construyen una eco-región. Si los consumidores no saben cómo los productores ecológicos están produciendo y no conocen la dieta local, no comprarán ecológico; si la escuela no sabe lo que es una eco-región, no se involucrarán; si la agencia turística no conoce los eco-parques, dificilmente los va a promocionar y a atraer nuevos turistas… Por eso, enviamos un boletín de IN.N.E.R. que trata sobre problemas técnicos, sociales, de organización y nuevas prácticas innovadoras en agroecología y gestión de territorios y que enviamos a todas las eco-regiones.
GO: Respecto a la comunicación, añadir que es importante también desde el punto de vista de la “credibilidad del líder” presente en el territorio, es decir, de la confianza que despierte en los agentes y que se involucre en el cambio. Cada una de las iniciativas, cada paso, debe comunicarse a todos los agentes (funcionarios, mamas de la escuela, comerciantes, hosteleros…).
Por eso es bueno impulsar encuentros, lugares y talleres activos donde nacen nuevos productos y relaciones, donde las personas puedan expresarse y ser escuchadas. Estas dinámicas son difíciles porque cada uno negocia por su propio interés, sin tener una visión a largo plazo o una proyección futura. Por eso hay que negociar entre los distintos actores para encontrar la solución que se proyecte en el futuro. Desde IN.N.E.R. intentamos que defiendan su propia identidad como raíz en su territorio. Este es el desafio de los bio-distritos.
Para concluir, ¿qué tipo de indicadores de éxito existen para evaluar los Bio-distritos?
SB: Necesitamos una hora para responder esta pregunta por lo que os proporcionamos los materiales para que cualquier persona interesada pueda consultarlos. Se trata de monitorizar bajo diversos elementos consideraros indicadores, codificados por la Universidad de Bolonia y por el Comité Científico de IN.N.E.R. utilizados para la definición de las estrategias de cada eco-región. No son compulsatorios pero sí se utilizan para mejorar el desarrollo de los eco-regiones. Hay 100 indicadores distintos: cambio climático (qué tipo de manejos agrícolas se hacen, qué políticas se implementan…), resolución de conflictos, servicios vinculados a las principales actividades (aplicaciones móviles, actividades turísticas…), de biodiversidad, de habilidades de trabajo… Para IN.N.E.R. cuando empezamos con la eco-region, es importante que toda la comunidad y los agentes involucrados conozcan este tipo de indicadores y qué tienen que hacer para desarrollar la eco-region de modo correcto (el proceso).
GO: Los indicadores de éxito de un bio-distrito son sencillos: cuantas conversiones a ecológico hay, si se aprovechan los desechos para hacer agrocompostaje, cuántos comedores utilizan productos locales y ecológicos, cuántas personas comprar productos en el mercado agroecológico o directamente de los productores, el número de visitas turísticas, cuántos empleos se han creado y con un trabajo digno… Están conectados con la vida cotidiana de la comunidad.
Referencias