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“Me parecía muy hipócrita comer carne y no hacerme responsable de esa carne que estoy consumiendo”

Judith Aisa, Ganadera Ecológica de manejo holístico.

Ingeniera agrícola que completó su formación estudiando Nutrición.  Tras más de una década de experiencia como técnica en fincas de cultivos hortícolas, hace algo más de dos años que es ganadera de vacuno en Menorca de una raza en peligro de extinción.

 

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por Sara Serrano Latorre
Revista Ae

Para ti, ¿cuál sería la dieta ideal para alimentar al mundo?

Para mi, la dieta ideal sería, obviamente, una dieta equilibrada con proteína animal y vegetal, verduras, frutas… todo lo que nos da la huerta y el campo. La dieta mediterránea me parece bastante buena, igual con la salvedad que ahora se come carne y productos animales en exceso. Pero no creo demasiado en el veganismo, ni antes ni ahora que me dedico a la producción de alimentos.

Bienestar animal: ¿Crees que se puede luchar contra el maltrato animal y respetar los derechos animales sin ser vegano? ¿Es posible con la ganadería ecológica extensiva?

Aquí hay varios factores a tener en cuenta: entiendo que hay una parte política, otra ética y moral y otra social y económica. El bienestar depende de quien tenga los animales. Yo por ejemplo, tengo mis animales muy bien cuidados y no me refiero a que los tengo en extensivo y punto, sino que los mimo cada día, los cuido, los acaricio, cuando me ven, vienen, y cuando tengo que sacrificar un animal, se me va el alma. Para mí, matar animales, supone todo un ritual de respeto, de pedir permiso y luego de agradecer. Me parecía muy hipócrita comer carne y no hacerme responsable de esa carne que estoy consumiendo. Para mi eso es un principio básico en la agricultura y en el consumo. 

En cuanto a la ética, como decía, cuando tengo que sacrificar a un animal o coger los huevos de mis gallinas, pido permiso. Pero cuando corto una lechuga, también le pido permiso. Es decir, para mi no hay diferencia entre una lechuga, una lombriz de tierra y una vaca, para mi todos son seres vivos. Les tengo el mismo respeto porque son parte del ecosistema y yo formo parte de ese entorno. 

A parte de eso, si tu tienes una producción, una finca, necesitas asociar animales a lo que es la producción vegetal. Es decir, si no quieres depender de insumos externos y tener un ciclo cerrado, necesitas, sí o sí, aporte animal además del trabajo que realizan estos animales. En mi caso tengo 4 hectáreas y media y si tuviera que limpiarlas yo sola, no podría. Y ese sistema agrícola se convertiría en bosque. Hago manejo holístico, que es un manejo inteligente de pastoreo con animales que, además de ser ecológico, es una agricultura regenerativa. Ello implica que estás regenerando suelo, cosa que otros tipos de agricultura no pueden decir. Es muy importante hoy en día con la cantidad de pérdida de suelo fértil que tenemos. 

Y a nivel político, me da miedo el discurso ese de “veganismo para todo el mundo” que está poniendo en boga el FMI (lo tiene en la Agenda 2030) o gente con mucho dinero como Bill Gates o George Soros, que están comprando un montón de tierra agrícola para ir hacia una dieta vegana… es peligroso. Ahí sí que entiendo que hay diferentes tipos de ganadería y de manejo animal e incluso en extensivo, hay manejos que tampoco apoyo. Y por supuesto, para nada a favor de la agricultura intensiva ni tampoco de la ecológica intensiva. Por eso no se puede meter a todos en el mismo saco. 

¿Se pueden reconocer y, lo más importante, apreciar las diferencias dentro de los ecofeminismos?

Desde el punto de vista de nutrición creo que cada persona o cada organismo, funciona diferente. Es cierto que hay gente que se puede adaptar a una dieta vegana y hay gente que no. Pero criticarlo todo en global, no me parece ni justo ni acertado. 

Entiendo que haya gente que por salud o por creencias se puede decantar hacia el veganismo y es muy respetable. Lo que no me parece bien es cuando entramos en juzgar, en el juicio: si tú no eres vegano no eres sostenible o no eres consciente. No puedo englobar a todos los veganos en un saco ni a toda la gente que hace carne en otro. Creo que cada caso es digno de estudio y de crítica constructiva. 

Por tanto, considero que se puede hacer un debate creativo, del que salgan nuevas ideas, que se pueda mejorar la manera de producir e incluso salgan ideas innovadoras que nos ayuden a todas. Me gustaría que este debate, aunque sea de posiciones extremas en las que es difícil llegar a ese punto de intersección, sí pudieran al menos acercarse posturas. Sería viable, como producir de una manera mucho más respetuosa.

REVISTA AE Nº43: “8M. ECOFEMINISMOS DESDE LA AGROECOLOGÍA”.  Primavera 2021

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RAE43. SEAE 2021. Revista AE Nº43, Primavera 2021. Ed. SEAE. 39 pp. Tema: “8M. Ecofeminismo desde la agroecología”.

ISSN: 2172-3117  DL: V-2052-2010

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