1.980, Tránsito, periodista, Jesús, filósofo, con 23 años, nos vamos a vivir al campo. “¡Están locos!”, “¡Van a durar cuatro días!”, esos son algunos de los comentarios que hacen en el pueblo, pero ninguno es cierto, estamos en nuestros cabales.
Nuestros comienzos fueron ilusionantes. Cultivar de manera ecológica las 56 h. de olivar. “¡Vaya pamplina eso del ecológico!”, ahora son los vecinos quienes ponen en duda lo que hacemos, pero seguimos adelante con nuestra idea. Lo primero que hicimos y seguimos haciendo, es cuidar el suelo.
En 1994 obtenemos la Certificación Ecológica CAAE. Iniciamos un manejo mixto del olivar con ganado ovino y caballar, hoy tenemos 100 ovejas de raza merina, 4 yeguas 2 caballos y 2 potrillas. Nuestros animales son aliados y cada cual cumple una misión. Dividimos la finca en cercas para hacer rotación en las tareas y manejo.
La Marca
El siguiente sueño fue montar una empresa con una micro almazara donde molturar la aceituna, envasar y comercializar nuestro propio aceite. Así nace la marca “Olivar de la Luna”, inspirada en el origen de los olivares de esta Sierra que gran parte de ellos se plantaron aprovechando las noches de Luna. Muchas personas deseosas de tener un terreno propio trabajaron durante el día como jornaleras quitando monte y sembrando olivos para otras, y aprovechando la luz de luna desmontaron y sembraron su propio terreno. No podíamos elegir mejor nombre para nuestra empresa, es un reconocimiento a su titánico esfuerzo.
Conservamos retazos de aquel monte mediterráneo que aún perduran. Son de suma importancia para nosotras porque mantener esa biodiversidad es lo que nos garantiza la salud de nuestro olivar y la nuestra. Por ello, entre otras actuaciones, participamos en el proyecto europeo Life Olivares Vivos.
Dos siglos después, la amenaza del abandono se cierne sobre estos olivares, 12.000 Has de olivar ecológico en la Comarca de los Pedroches, Córdoba. Muchas cosas han cambiado, pero permanecen inalterables, el amor de las gentes de estos lugares a sus olivos y el desprecio de las administraciones hacia ellos.
En la actualidad se hace especialmente difícil mantener este olivar de montaña. La gran dificultad de encontrar personas dispuestas a trabajar en la recolección, la limitada mecanización con pendientes medias del 45 % y una producción de 2.000 k de aceituna por Ha nos hacen poco “competitivos”, odiosa palabra. Pero el futuro nos dirá que el olivar ecológico de montaña es insustituible, será el reducto de olivos centenarios; proveerá de servicios eco-sistémicos y de un paisaje único. Las políticas agrarias europeas y estatales están obligadas a protegerlo.
Asumiendo los retos actuales los sueños nos empujan a continuar. En 2019 implantamos el modelo de agricultura Biodinámica, conscientes de la interrelación que existe entre astros, tierra, plantas, animales, agricultoras y agricultores.
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Olivar de la Luna